El principal objetivo del taller impartido por una monitora especializada ha sido lograr que los participantes “entiendan la importancia de conservar, proteger y difundir el patrimonio más cercano”. Para ello han trabajado con dos libros editados dentro del plan “Las piedras también emigran” y “Es divertido restaurar”.
El primero ha servido para acercarles a la historia de San Pedro de la Nave y la actuación desarrollada allí por Románico Atlántico y el segundo para explicarles de modo sencillo los procesos de restauración y conservación del patrimonio. Además, los niños de entre 6 y 8 años han realizado un trabajo cooperativo, reproduciendo con materiales reciclables como cajas de cartón elementos arquitectónicos de la iglesia de San Pedro de la Nave.
Tras el desarrollo del taller en Monfarracinos, el 13 de diciembre, el Plan se desplazará hasta la catedral de Ciudad Rodrigo, con una doble propuesta: un taller didáctico para los colegios de la zona y un concierto a cargo del coro de cámara Alterum Cor.
“Todas estas acciones contribuyen a llenar de vida los espacios en los que se ha intervenido y a demostrar que Románico Atlántico no acaba con las actuaciones en los edificios, sino que va un paso más allá”, señalan los responsables del Plan, promovido por la Junta de Castilla y León y la Fundación Iberdrola España, en colaboración con la Fundación Santa María la Real y las diócesis para recordar que, desde su puesta en marcha en 2010, se ha intervenido en una veintena de templos románicos de las provincias españolas de Zamora y Salamanca y de las regiones portuguesas de Porto, Vila-Real y Bragança.