La intervención en Ledesma, ha estado precedida por meses de estudio y visitas al castillo, donde el equipo de Románico Atlántico ha podido comprobar que “la presencia de filtraciones en los muros y estancias de la torre norte, constituye un problema recurrente en la conservación de la fortaleza”. De hecho, el espacio presenta diferentes tipos de daños derivados de la humedad, desde las filtraciones por un deficiente aislamiento, a la entrada de agua en determinadas zonas de los muros, la humedad en los rellenos o la presencia de vegetación. Todo ello ha derivado en la aparición de sales en los rejuntados de los muros e incluso de una grieta en el encuentro del muro sur con las bóvedas.
Una vez diagnosticado el problema y sus niveles de afección, el equipo del Plan Románico Atlántico ha establecido diferentes tipos de actuación. En primer lugar, se trabaja ya para mejorar la impermeabilización de la terraza, mediante el desmontaje del mortero aplicado en 2020 y la colocación de una lámina impermeable transpirable. Posteriormente, se ejecutará un remate en los muros perimetrales y en el muro sur, a base de mortero de cal y acero negro, que servirá para proteger la impermeabilización y como soporte para el acabado del pavimento, que se renovará adaptándolo a la geometría de la terraza y para facilitar el acceso. Los trabajos se completarán con la limpieza de la fachada, eliminado la vegetación y actuando sobre los rejuntados en mal estado.
La obra de restauración del cubo norte del castillo, cuyo proyecto fue aportado por el Ayuntamiento de Ledesma, cuenta con un presupuesto de 188.987,17 euros, financiados por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte.
La segunda actuación en la provincia de Salamanca se centrará en el tramo de la Puerta del Pico de la muralla de Béjar que, actualmente, está en fase de redacción de proyecto con el objetivo de mejorar el entorno respetando el valor patrimonial de la muralla.
En Zamora se están desarrollando dos intervenciones: restauración de la portada de la iglesia de Santa María la Real en La Hiniesta y adecuación de la iglesia de Arcenillas para facilitar la exposición de un conjunto de tablas atribuidas a Fernando Gallego.
En La Hiniesta se están realizando ya las acciones necesarias para detener los efectos de la degradación de la portada. Así, se procederá a la limpieza de bóvedas y paramentos verticales, la reparación de la puerta de acceso y el pavimento del atrio, reparación del tejado y renovación del sistema de iluminación, sustituyéndolo por otro más eficiente y sostenible. La intervención incluye la monitorización del espacio, para facilitar su conservación preventiva y detectar posibles movimientos estructurales. La obra de restauración de la portada del templo está financiada por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte y su presupuesto asciende a 221.275,8 EUR.
En Arcenillas, el reto es diseñar y ejecutar un soporte modular en el ábside de la iglesia en el que puedan exhibirse las tablas hispano – flamencas, pintadas por Fernando Gallego para el retablo de la catedral de Zamora en el siglo XV, sin alterar la estructura original del edificio. Además, se ha realizado un estudio detallado para facilitar la adecuada iluminación, resaltando el valor histórico y el significado de cada una de las piezas.
Cabe recordar que el Plan Románico Atlántico es una iniciativa de cooperación transfronteriza para la conservación del patrimonio cultural, que incluye proyectos de restauración y puesta en valor de una veintena de templos románicos ubicados en las provincias españolas de Zamora y Salamanca y en las regiones portuguesas de Porto, Vila-Real y Bragança. Un ejemplo de cooperación institucional y de participación público - privada, promovido por la Junta de Castilla y León, la Fundación Iberdrola España y el Ministerio de Cultura de Portugal. Para todos y cada una de las actuaciones se cuenta con el apoyo técnico de la Fundación Santa María la Real, así como la colaboración de las diócesis de cada territorio. Cada intervención va acompañada de un plan de actividades culturales para divulgar y visibilizar las acciones realizadas. Así, se editan folletos informativos, se organizan visitas guiadas y charlas divulgativas. Todo ello orientado a involucrar y promover la participación tanto de las comunidades locales como de los visitantes, fomentando un mayor conocimiento y apreciación del patrimonio.