En el caso de la iglesia de San Pedro de la Nave, el equipo del Plan de Intervención Románico Atlántico propuso desde el inicio una actuación integral que sirviese para dotar al templo de un nuevo modelo de gestión, orientado a mejorar la organización de las visitas y a garantizar la adecuada conservación de un edificio, que cuenta con la declaración de Monumento Nacional.
La redacción del proyecto de actuación ha sido posible gracias a la Mesa de Trabajo creada ex profeso, en la que participan tanto los promotores del Plan, como diferentes expertos y especialistas. Entre todos, han ido concretando y dando forma a los diferentes aspectos del proyecto. También es destacable la implicación del ayuntamiento de Almendra y del Obispado de Zamora para con todos los trabajos desarrollados hasta el momento.
Un centro de recepción que se mimetiza con el entorno:
En la visita de hoy, la Consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Alicia García, y el Presidente de Fundación Iberdrola, Manuel Marín, han podido comprobar de la mano del arquitecto de la Fundación Santa María la Real, Jesús Castillo, y de otros técnicos de la entidad aguilarense los avances en la creación del centro de recepción de visitantes de San Pedro de la Nave. Sin duda, una de las cuestiones más reseñables del edificio es que quedará perfectamente integrado y mimetizado con el entorno del templo. Tanto es así que, a simple vista, será difícil encontrarlo, puesto que el centro se ha soterrado para que no entorpezca la visión del edificio en su conjunto.
Una vez concluido el acondicionamiento del entorno y de este espacio, funcionará como centro de recepción de visitantes, ordenando el acceso a la iglesia y facilitando un área expositiva, donde poder mostrar las piezas y elementos históricos que, actualmente, atesora el templo. La actuación en el entorno se completará, en colaboración con el Ayuntamiento de Almendra, procurando la eliminación de elementos discordantes y reordenando el área de aparcamiento mediante la colocación de piezas vegetales.
Iluminación y mejora de la eficiencia energética:
La intervención se centra, igualmente, en garantizar una adecuada conservación del edificio. Puesto que, aunque estructuralmente está en buenas condiciones de uso, tiene algunos focos de humedad localizados, derivados del estado en el que se encuentran las cubiertas. Para evitar y corregir estas patologías, se sustituirán las cubiertas por unas de nueva ejecución y se renovarán las carpinterías que así lo requieran, especialmente las exteriores, que serán sustituidas otras más acordes con el edificio, que garanticen una adecuada ventilación.
El edificio ha sido incluido también en el MHS (Sistema de Monitorización del Patrimonio), desarrollado por la Fundación Santa María la Real, que, en este caso concreto, ha servido ya para redactar las propuestas de intervención y facilitará también la conservación del templo, mediante la instalación, entre otros, de sensores para registrar las condiciones de temperatura y humedad relativa.
Finalmente, uno de los aspectos más demandamos por la parroquia, ha sido, sin duda, la instalación en la iglesia de luz eléctrica, hasta el momento inexistente. La iluminación de San Pedro de la Nave se llevará a cabo, como en otras actuaciones de Románico Atlántico, procurando un impacto visual mínimo, soterrando el cableado y garantizando la eficiencia energética del inmueble.
Una actuación marcada por la historia del edificio:
Por último, cabe señalar que, la actuación en la iglesia de San Pedro de la Nave está marcada por la propia historia del edificio y por su importancia. No hay que olvidar que el templo fue construido entre los siglos VII y VIII a orillas del río Esla. Su ubicación actual, en la localidad zamorana de El Campillo, se debe a que en 1930, a instancias de lo que hoy es Iberdrola, fue trasladado para protegerlo y evitar que quedara anegado por la construcción del embalse de Ricobayo.
Saltos del Duero puso desde el principio su mayor empeño en que el traslado, piedra a piedra, se llevara a cabo con todas las garantías posibles de conservación y seguridad, hasta el punto de que invirtió en el mismo una suma considerable para la época, cien mil pesetas, y el Consejo de Administración fue informado largamente de la operación. Una joya del arte español, cuyo programa iconográfico, la gran calidad de sus relieves, la configuración arquitectónica del edificio, restaurado durante su traslado, y su encuadramiento cronológico, son todavía hoy analizados y discutidos entre los especialistas. El Archivo Histórico de Iberdrola, junto a la presa de Ricobayo, atesora y salvaguarda el abundante patrimonio documental acumulado, durante más de cien años, en las sociedades que dieron lugar a Iberdrola.