La intervención en la iglesia de San Pedro de la Nave ha venido determinada por la propia historia del edificio y por su importancia. No hay que olvidar que el templo, construido entre los siglos VII y VIII a orillas del río Esla, cuenta con la declaración de Monumento Nacional. Su ubicación actual, en la localidad zamorana de El Campillo, se debe a que en 1930, fue trasladado piedra a piedra, para protegerlo y evitar que quedara anegado por la construcción del embalse de Ricobayo.
La actuación se enmarca en un proyecto de colaboración transfronteriza para la conservación del patrimonio cultural, el Plan Románico Atlántico, que supone la estrecha colaboración entre diferentes entidades de España y Portugal, en concreto, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, la Secretaría de Estado de Cultura de Portugal, la Fundación Iberdrola, la Fundación Santa María la Real; así como la Iglesia Católica de Portugal y las diócesis españolas de Ciudad Rodrigo, Salamanca, Zamora y Astorga.
Monitorización y nuevo sistema de ventilación:
Aunque estructuralmente el templo se encontraba en buenas condiciones de uso, presentaba algunos focos de humedad localizados, derivados del estado de las cubiertas y de humedades en el solado, provenientes del terreno. Para evitar y corregir estas patologías se ha restaurado la cubierta de la iglesia, incorporando un nuevo sistema de ventilación, que, de forma natural, genera una corriente continua de aire, posibilitando la correcta ventilación y la mejora de la conservación estructural.
El drenaje perimetral del edificio y la sustitución de las antiguas carpinterías y cristales de puertas y ventanas por placas de alabastro ha ido orientado también a evitar el problema de humedad y mejorar la ventilación del templo. La iglesia ha sido monitorizada en todo momento, a través del MHS (Sistema de Monitorización del Patrimonio), desarrollado por la Fundación Santa María la Real, cuyos datos han facilitado la redacción del proyecto de intervención y servirán para controlar y gestionar la adecuada conservación y mantenimiento del edificio.
Iluminación guía:
Por otro lado, San Pedro de la Nave carecía de instalación eléctrica, la única iluminación con la que contaba era la luz natural que penetraba por las saeteras. En este sentido, se ha diseñado e instalado un sistema de iluminación que permite adaptar la luz al uso que tenga en cada momento el espacio y que, además, guía la mirada del visitante, facilitando así una mejor comprensión del templo, atendiendo a su potencial turístico. Siguiendo los criterios del Plan Románico Atlántico el impacto visual y el consumo energético son mínimos, puesto que toda la instalación eléctrica va soterrada y se ha resuelto con la instalación de 13 luminarias, que consumen poco más de 90 vatios.
Reorganización del espacio y nuevo plan de gestión:
La intervención se ha completado en los últimos días con una actuación en el entorno de la iglesia, orientada a reorganizar los espacios y a dotar al templo de un nuevo plan de gestión, para mejorar y facilitar la afluencia de visitas; a la vez que se potencia la imagen de tan singular edificio. Así, una de las principales apuestas ha sido la creación de un centro de recepción de visitantes soterrado, para que no rivalice ni en volumen ni en relevancia con San Pedro de la Nave. El espacio servirá para ordenar el acceso a la iglesia; facilitará un área expositiva, donde poder mostrar parte de las piezas y elementos históricos que atesoraba el templo y acogerá el servicio de bar y cafetería.
La creación de una zona ajardinada, el acondicionamiento de un aparcamiento adecuado a las necesidades del edificio y la eliminación de elementos disonantes que entorpecían la visión del monumento han sido los últimos trabajos efectuados en el entorno de San Pedro de la Nave y se espera que la actuación pueda ser inaugurada próximamente.
Un proyecto participativo:
Desde el inicio del proyecto, el equipo del Plan Románico Atlántico entendió que debía ser una actuación participativa, que contase con la implicación y el apoyo, no solo de la parroquia de San Pedro de la Nave, sino también del Ayuntamiento de San Pedro de la Nave - La Almendra y de los vecinos del Campillo. De ahí, que se firmase un convenio de colaboración con el municipio, sobre el que se han sustentado y apoyado todas y cada una de las actuaciones desarrolladas en el templo.