La ermita del Cristo de la Misericordia es conocida también como “Parroquia Vieja”, por la función que debió jugar más o menos hasta mediados del siglo XVI, cuando se construye la actual parroquia de San Pedro, ya en pleno casco urbano.
Actualmente el edificio, visible desde la lejanía dominando el pueblo, es una sólida construcción de sillería de granito, con pequeña cabecera cuadrangular y ancha nave articulada en cinco tramos, con espadaña y tres portadas, una al norte -actualmente la principal-, otra al oeste -hoy cegada- y otra al sur, y en ellas se ve una introducción de los gustos del primer gótico. Las diversas reformas que experimentó el conjunto en un tiempo relativamente corto, hacen que no sea fácil hacer una interpretación de todo su proceso evolutivo, que arranca desde época románica. Lo más probable es que partir de una primera cabecera, se hiciera una primera ampliación que eleva la cornisa y después otra nueva reforma recrecería todo el cuerpo hasta su altura actual, dotándolo con toda probabilidad de unas características defensivas.
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Juan Carlos Galante, presidente de la cofradía: 615 471 760
Andrés Celestino, parroquia: 615 471 760
La intervención en la ermita del Cristo de la Misericordia ha consistido básicamente en la renovación de la iluminación interior, haciéndola más acorde a la monumentalidad del edificio y disminuyendo la incidencia visual de la instalación anterior, además de incorporar un nivel adecuado de seguridad.
Por otro lado, se han mejorado las carpinterías y se ha prestado especial atención a la reforma del entorno del templo. No hay que olvidar, que la ermita se encuentra en un lugar privilegiado con inmejorables vistas a los Arribes del Duero, que convierten esta ubicación en un mirador excepcional. Por ello se ha pretendido reforzar este carácter con la mejora del camino de acceso y la eliminación de maleza en el entorno. Igualmente, se han ocultado los focos de iluminación exterior y se han instalado elementos de mobiliario urbano que permiten la creación de diferentes áreas o espacios, entre ellos, una zona de mirador.
Uno de los objetivos del Plan Románico Atlántico es lograr un óptimo nivel de protección y mantenimiento de los bienes patrimoniales, utilizando para ello las últimas tecnologías y las soluciones más innovadoras. En este sentido, se ha integrado la ermita del Cristo de la Misericordia en el sistema Monitoring Heritage System (MHS). MHS es un sistema de control en tiempo real de distintos parámetros que pueden afectar a la conservación de los templos, como por ejemplo la humedad o la temperatura, que son difíciles de controlar de manera visual y en algunos casos pueden suponer un riesgo para la conservación de los inmuebles y las obras de arte. Para evitarlo y mejorar así la protección del templo, el sistema cuenta con una serie de sensores instalados en la iglesia, que emiten datos de estos parámetros -de manera regular e inalámbrica- al centro de control, donde son procesados e interpretados para conseguir actuar antes de que se produzca una situación potencialmente peligrosa. Es lo que llamamos “conservación preventiva”.