La iglesia de Nuestra Señora del Castillo es un edificio sencillo, de una sola nave y cabecera rectangular, levantada a finales del siglo XV, aprovechando una construcción románica anterior. El templo alberga un singular conjunto de pinturas murales renacentistas que tapizan sus muros. Junto a ellas, un artesonado de limas moamares que cubre ábside y nave.
Para el desarrollo de los trabajos, se ha atendido a los criterios de intervención del Plan, facilitando la difusión y gestión del edificio, sin olvidar su uso litúrgico. Así, el primer paso fue establecer los valores fotométricos, es decir, la cantidad de luz necesaria en cada momento para garantizar una percepción óptima en cada una de las funciones del templo, evitando deslumbramientos y propiciando una adecuada conservación de los bienes muebles.
Así, la iluminación se ha adaptado tanto al edificio en sí mismo como a los bienes que atesora.
En concreto, se ha renovado y actualizado la instalación eléctrica que estaba obsoleta aumentando la potencia de 127 voltios a 230 V que requiere la normativa actual. Además, se ha procedido a soterrar el cableado que recorría la fachada del templo, dejando que su arquitectura recobre el protagonismo que merece.
En el interior del edificio se ha optado por una luz cálida, dosificada según los elementos que se presentan a los ojos del observador. La tecnología LED garantiza, además, la eficiencia energética de la instalación, así como una mejor conservación del conjunto. Además, se han diseñado diferentes encendidos para cada uno de los usos del edificio, procurando iluminar sus elementos más significativos: pinturas, artesonado y retablos.
¿Quieres realizar un recorrido virtual por el templo para observar sus pinturas y su espléndido artesonado?